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Cómo hacer bien una mamada: guía completa para un placer inolvidable

Introducción

La felación es un acto íntimo que, bien realizado, puede ofrecer un placer intenso a la pareja y al mismo tiempo fortalecer la complicidad sexual entre la pareja.

Si buscas perfeccionar tu técnica y brindar una experiencia memorable, esta guía es para ti.

Descubre los mejores trucos y consejos para dominar el arte de la felación, respetando tus límites y los de tu pareja.


Comprender la importancia de la comunicación.

La felación, como cualquier otra práctica sexual, se basa sobre todo en una buena comunicación.

Es fundamental conocer las preferencias de tu pareja: algunos disfrutarán de movimientos rápidos e intensos, mientras que otros preferirán suaves y lentos.

No dudes en hacerle preguntas u observar sus reacciones durante el acto. Escucha tu cuerpo y sus suspiros para ajustar tu técnica en consecuencia.

Este trato personalizado hará que vuestra felación sea única y, sobre todo, mucho más placentera para ambos.


preparar el terreno

Antes de comenzar, unos cuantos preparativos sencillos pueden marcar la diferencia.

Una ducha rápida antes de la intimidad puede ser una buena idea para sentirnos frescos y cómodos.

Pedirle a su pareja que haga lo mismo también puede aumentar la comodidad de todos.

Además, la felación a veces puede provocar sequedad en la boca, así que asegúrese de tener suficiente hidratación.

Un vaso de agua previamente puede ayudar a mantener una buena lubricación natural.

Si lo deseas, también puedes utilizar lubricantes con sabores especialmente diseñados para el juego oral, que aportan un toque lúdico y delicioso.


El posicionamiento correcto: comodidad y placer ante todo

Una buena posición es fundamental para que la felación sea placentera, no sólo para tu pareja, sino también para ti.

La idea es encontrar una posición en la que te sientas cómodo y donde puedas respirar bien.

Esto puede ser boca arriba, de rodillas o en otra postura que le permita controlar sus movimientos.

Si no se siente cómodo, rápidamente puede convertirse en una tarea ardua en lugar de un momento divertido.

Explora las posiciones para encontrar la que más te convenga. También puedes variar durante el acto para estimular a tu pareja de manera diferente.


Dominar la técnica: los movimientos esenciales

La felación no es una simple cuestión de técnica mecánica; Es ante todo un baile sensual donde cada gesto cuenta.

Aquí hay algunas técnicas que puede incorporar para una felación exitosa.

Variedad en los movimientos : Alterna movimientos lentos y rápidos, presiones más o menos intensas para mantener la excitación al máximo. Repetir los mismos gestos puede resultar monótono, así que no dudes en variar el ritmo y la profundidad.

Uso de las manos : No dudes en combinar la boca con las manos para obtener las máximas sensaciones. Puedes rodear la base del pene con una mano, sincronizando el movimiento con el de tu boca. Esto también permite modular la profundidad de penetración y reducir la presión en la garganta.



Idioma : Tu lengua es una herramienta poderosa. Puede acariciar la parte inferior del pene o alrededor del glande. También puedes alternar entre movimientos circulares o movimientos ligeros de ida y vuelta para aumentar la excitación.

No descuides los testículos: Los testículos son una zona muy erógena para muchos hombres. Puedes acariciarlos suavemente con los dedos o incluso lamerlos para variar los placeres.



El papel de los ojos y los sonidos.

Los ojos y los sonidos son formas poderosas de amplificar la intensidad de una mamada.

Mantener el contacto visual mientras estás en el trabajo puede añadir un toque muy íntimo y sensual.

Esto demuestra que estás conectado con él y que disfrutas dándole placer.

Los sonidos, como los gemidos, la respiración agitada o los suspiros, también pueden excitar más a tu pareja.

Demuestran que estás involucrado en el acto y disfrutando el momento. Esto puede hacer que la experiencia sea más inmersiva y estimulante para ambos socios.


Errores a evitar

Aunque la felación es una experiencia muy personal, existen algunos errores comunes que se deben evitar para garantizar el máximo placer.

Demasiados dientes : Uno de los aspectos más importantes a dominar es controlar los dientes. Aunque parezca una obviedad, es fundamental asegurarse de que no entren en contacto con el pene, ya que esto puede resultar doloroso.



Falta de lubricación : Una boca seca puede hacer que el sexo oral sea incómodo. Si sientes que te estás quedando sin saliva, tómate un momento para rehidratarte o utiliza un lubricante a base de agua.



Ignorar las reacciones de la pareja : no prestar atención a las señales corporales de tu pareja puede provocar una felación menos placentera. Presta siempre atención a sus reacciones para ajustar tu técnica.

Haz que el placer dure

Si quieres prolongar la experiencia y llevar a tu pareja al orgasmo sin prisas, tómate el tiempo para reducir el ritmo.

Alterna momentos de intensidad con pausas más suaves para que el placer dure.

Esta técnica, a menudo llamada bordeación, implica acercarse al orgasmo sin alcanzarlo por completo y luego disminuir la velocidad.

Esto ayuda a amplificar la intensidad del orgasmo cuando finalmente llega.


¿Qué hacer después de una felación?

Una vez finalizado el acto, es importante permanecer atento.

Ya sea que hayas hecho el amor o una felación, un momento de ternura después del acto siempre es bienvenido.

Ofrécele un abrazo, una caricia o incluso un vaso de agua. Esto les permite cerrar el momento íntimo suavemente y mantener el vínculo entre ustedes.



La importancia del consentimiento y los límites

Finalmente, es crucial enfatizar que la felación, como cualquier acto sexual, debe realizarse con respeto y consentimiento mutuo.

Si alguno de los miembros de la pareja se siente incómodo o quiere dejar de hacerlo en cualquier momento, es importante respetar sus límites.

La clave para una sexualidad plena reside en el respeto a los demás, la escucha y el deseo compartido de proporcionar placer.


Conclusión

Dominar el arte de la felación no se trata sólo de técnica, sino también de conexión y placer compartido.

Escuchándonos unos a otros, experimentando con diferentes gestos y asegurándonos de que todos estén cómodos, podréis convertir este acto íntimo en un momento de placer inolvidable.

Así que déjate guiar por tu pareja, explora y, sobre todo, diviértete.

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